Son muchos los aspectos de una empresa a tener en cuenta, y sobre todo en los tiempos que estamos viviendo, donde la situación de nuestro entorno va cambiando a cada momento, y continuamente hay que estar adaptándose y reinventándose.
Si esto lo vemos desde un enfoque darwiniano, nos damos cuenta de que no sobrevive ni el más grande ni el más fuerte, sino el que mejor se adapta. Y si el medio está cambiando cada día, necesitamos en nuestras empresas tener una gran capacidad de adaptación como elemento estratégico.
En muchas ocasiones nos centramos en nuestra empresa, en nuestros clientes, en nuestro producto y nos olvidamos de la importancia que tiene el entorno y los cambios que se están produciendo y sobre los que en muchas ocasiones, poco o nada podemos hacer mas allá de intentar adaptarnos lo más rápidamente posible.
Tenemos dos aspectos principales en una empresa. El primero es fundamental para poder llevar a cabo el proyecto, y sin él no será posible hacerlo. Me refiero al saber hacer, o know-how utilizando el termino en inglés. Sin ese saber hacer, hasta en los entornos más estables lo tendremos difícil, por no decir imposible. Este saber hacer lo tienen todas las empresas y es el conocimiento de sus productos y servicios. Aquí cada una tiene su nivel de calidad y su posición en el mercado, pero esto es algo que todas las empresas tienen.
El segundo aspecto es la capacidad de gestión. También fundamental, para poder moverse en un entorno tan cambiante. Aquí no se trata de saber de nuestros productos y servicios, sino de saber cómo deberemos gestionar nuestros recursos de la mejor manera posible, en un entorno en continuo cambio, y en ocasiones con cambios muy abruptos. De conocer donde estamos, donde queremos llegar y prever qué dificultades nos podemos encontrar en el camino.
A nadie se le ocurriría salir a navegar para cruzar el Atlántico solo con una brújula, por muy buen navegante que sea, porque aun sabiendo de que puerto parte y a que puerto quiere llegar, el viendo y la deriva le estará desviando constantemente de su rumbo y la brújula dejaría de ser el instrumento que necesite al no conocer ni su posición, ni el rumbo que debe tomar para llegar al puerto deseado.
En las empresas pasa lo mismo. Necesitamos conocer a fondo donde estamos, trazar nuestra hoja de ruta (en este caso nuestro plan estratégico de negocio) y dotarnos de los instrumentos necesarios que nos indiquen si vamos en el camino correcto o nos estamos desviando, para así ajustar nuestra gestión a la ruta establecida o a los constantes cambios que se van produciendo en el entorno. Para esto resulta fundamental que dispongamos de nuestro cuadro de mando integral , que nos indique donde estamos y como está evolucionando nuestra empresa, y que nos ofrezca una visión global de los principales indicadores de nuestra estrategia. Que nuestro CMI sea el GPS que nos indique donde estamos y que rumbo debemos seguir para llegar a los objetivos fijados.
Conocer nuestra situación financiera, y realizar un plan financiero
adecuado es imprescindible para poder llevar a cabo cualquier proyecto empresarial con éxito. Deberemos tener en cuenta posibles imprevistos y analizando a fondo los riesgos y el impacto que tendrán las desviaciones, en lo que es la gasolina de nuestra empresa. Si no tenemos liquidez, si la empresa no es rentable, no será sostenible, y por lo tanto no será viable continuar con el proyecto empresarial.
Tenemos que conocer a fondo nuestros procesos y como mejorarlos, detectando las ineficiencias y las perdidas que se derivan de ellas. De esta manera podremos mejorar nuestros costes de producción o servicio siendo más competitivos en el mercado. Aquí Lean Manufacturing nos ayuda mucho a detectar donde tenemos áreas de mejora y podremos establecer planes de acción para mejorarlas y reducir perdidas que nos harán más eficientes, más productivos, y tener mayores beneficios.
Sin clientes no tenemos empresa, así que ni por un momento tenemos que olvidarnos de ellos ni de prestarles atención, gestionando adecuadamente toda la información sobre ellos. Conocer a nuestros clientes, como y hacia donde evolucionan su preferencias, es fundamental para adaptarnos rápidamente a los continuos cambios que tiene el mercado.
Y por último, y no por ello menos importante, las personas. Los Recursos Humanos de una empresa son lo que marca la diferencia, y por ello es de vital importancia como los gestionemos si queremos tener una visión de largo plazo.
Nuestro local, nuestra nave, las instalaciones de nuestra empresa, los ordenadores, la maquinaria y todos los activos que necesitamos para desarrollar nuestra actividad, cualquiera puede tenerlos de forma igual o muy similar a la nuestra. Pero las personas que hay en ella, que es donde está el saber hacer de nuestra empresa, las actitudes, los valores, las ideas, la mejora continua y todo lo necesario para aprender, crecer y adaptarse a los cambios del entorno, no son tan fáciles de copiar. Y lo que acaba marcando la diferencia son las personas que forman la empresa.
Podemos decidir no compartir ese saber hacer, las actitudes y comportamientos que nos llevan al éxito, y concentrarlo en muy pocas personas, pero entonces tenemos que olvidarnos de crecer y asumir que si un día tenemos un percance y no podemos atender nuestro negocio, este dejará de existir.
En cómo gestionamos las personas está el futuro de nuestra empresa, y por ese motivo hay que prestar atención a muchos aspectos, que en muchas ocasiones no son sencillos de gestionar. Como y cuanto pagamos a nuestros empleados y por qué, la motivación, la formación continua para adaptarse a los cambios, las actitudes valores y comportamientos que hay en la empresa, son aspectos fundamentales en la gestión de los RR.HH. , y hay que prestarles mucha atención si queremos un proyecto de largo plazo.
La consultoría de empresas
le ofrece la posibilidad de conocer y aplicar en su empresa las mejores prácticas y conocer donde está y cómo llegar a sus objetivos, ayudándole a dotarse de las mejores herramientas de gestión con las que disponer de un cuadro de mando
que le indique la hoja de ruta a seguir.
Le ayudamos a pensar, y reflexionar sobre su empresa, su entorno, los riesgos, y a analizar la situación de la mejor forma posible, aportándole puntos de vista y enfoques que quizá no se había planteado, y que le den una visión más clara para fijar sus objetivos, conseguir sus retos y cumplir sus sueños.
En JTS Consulting, queremos ayudarle a mejorar, a crecer, y contribuir a que usted y las personas que forman su empresa estén mejor cada día. Sabemos que apostar por las empresas es apostar por el futuro, y deseamos un futuro mejor.